son, en el fondo, lo más grande de la vida.
No imagino vivir sin pequeños placeres como comer un chicle de menta y aspirar para sentir el aire más frio en mis pulmones, hacer zapping para ver los anuncios que me gustan, despertar con la canción que una chica me regaló, oler la comida desde el pasillo e intentar adivinarlo solo por su olor, sentir la amarga cerveza deslizandose por mi graganta, ver el brillo del pelo rubio de alguien que necesito ver tanto como respirar...
A veces son cosas que los demás no comprenden las que te hacen sonreir: una mota de polvo flotando en el aire de la mañana o ver una cara sonriente en una grieta de la pared, subir las escaleras de dos en dos para bajrlas saltando... Es el verdadero sentido de la vida. Es lo que me hace sonreir cuando todo se viene abajo y no parece que quede nada que lo sujete. Es lo que hace que la vida no sea en blanco y negro si no que brille con la fuerza del Sol.
Gracias a esto sobrevivo y agradezco a la vida con todo mi alma estos placeres diarios.
Birlo
1 comentario:
Y luego hay kien tiene el valor de llamarte pesimista...
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