24.7.07

Grandes sorpresas

Iba caminando por la calle, tranquilamente. Dia normal, ligeramente soleado. Intentaba recordar donde habia quedado con mis amigos. Habian dicho: "A las 11 y quedamos al final..." Bajo la cabeza para intentar recordarlo. Cuando la levanto vi un punyo que iba directo a mi cara. De un golpe fui directo al suelo. Retorcido dolor, mire hacia arriba sin entender que estaba pasando. El duenyo del punyo me miraba con asco. Empezo a gritar:
~Soy la jodida sorpresa. La mala sorpresa... Te enteras, hijo de puta?
~Pero...porque cojones me pegas?
Mala sorpresa le empezo a patear el estomago y la cabeza. Me intente cubrir con las manos.
~Porque vengo aqui a joderte un gran dia te enteras? Voy a hacer que te pases el dia revolcandote en la mierda y sufriendo por haberme visto. Porque a partir de ahora, te vas a poner a pensar porque no lo has visto.
Se tiro alli 5 minutos pateandome con unas botas militares. Cuando se canso, me escupio y se largo.
No se cuanto tiempo estuve alli tendido luchando con mi propio dolor y el miedo a producir mas dolor al levantarme. De repente una mano me cogio del brazo. Cuando miro hacia arriba vi nubladamente por las lagrimas un figura femenina. Balbucee:
~Eres buena sorpresa?
~No, soy tu novia y te dejo. He encontrado a alguien mejor que tu.

Oh, genial. Simplemente genial.

Sorprendido, Birlo

20.7.07

Los viejos miraban en a los niños en el parque. Los pequeños corrian y gritaban. Si avanzaramos su vida veriamos borracheras en el mismo parque donde hoy juegan al escondite y se columpian. Un futuro vomito donde hoy un chico se ha caido y llora porque se ha raspado la rodilla. El viejo sonrie y le da un par de euros a su nietecito para un helado o un posible paquete de tabaco. Paso cerca de ese parque todos los dias. No puedo evitar sonreir amargamente. Normalmente lo veo y me enciendo un cigarro. Tras un par de caladas cortas acelero el paso para no seguir mirando. Algún niño me miró alguna vez con curiosidad sin embargo no se porque en el fondo les veo como si me mirara acusadormente.
¿No debia haberme quedado en aquella etapa donde todavia me raspaba las rodillas? No me arrepiento de nada pero lo echo de menos...
Birlo

17.7.07

La carrera

Cuando uno deja de correr sin razón alguna, cuando deja de oir su corazón palpitante como un sordo rumor en los oidos, cuando uno puede parar a respirar y dejar de boquear como un pez; entonces y solo entonces empiezan a entrar en su cabeza pensamientos que le daban vueltas desde hace ya largo tiempo. Le damos una importancia vital a cosas nimias y nos damos cuenta que aquello que considerabamos niñerias o tonterias son de repente un peso brutal, un mazazo salvaje capaz de tirar abajo los cimientos de nuestro pensamiento. Aquello que siempre hemos creido sin temor a equivocarnos se desmorona antes nuestros ojos e intentamos pararlo con la inutilidad de detener el curso de los rios con las manos, nos arrepentimos del pasado aun cuando sabemos que el arrepentimiento es estupido ya que lo pasado, pasado está. Intentamos manternos de pie ante el vendaval y nos descubrimos llorando cuando nos ha tirado al suelo. Vemos a la gente corriendo a nuestro alrededor, giramos la cabeza hacia ellos, chillamos hasta que nuestras cuerdas vocales sangran, lloramos y los corredores ni siquiera nos hacen un gesto de desprecio. No podemos dejar de correr, lo siento no podemos, deja que te ayude a levantarte y corre con nosotros. Entonces descubres que tiene las piernas rotas y los huesos han desgarrado tu piel.
En el fondo deseas volver a correr.

Birlo