-¿Por qué no has salido a pescar?- le pregunto el hombre emprendedor.
-Porque ya he pescado bastante por hoy- le respondio el apacible pescador.
-¿Porque no pescas más de lo que necesitas?- iinsitió el industrial.
-¿Y qué iba a hacer con ello?- preguntó a su vez el pescador.
-Ganarias más dinero- fue la respuesta- y podrias poner un motor nuevo y hacer más potente tu barca. Así podrias ir a agua más profundas y pescar más peces. Ganarias lo suficiente para comprarte unas redes de nailon, con lo que obtendrás más peces y más dinero. Pronto ganarás para tener dos barcas... Y hasta una verdadera flota. Entonces serias rico y poderoso como yo.
-¿Y que haria entonces?- preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida- respondió el hombre emprendedor.
-¿Y que crees que hago ahora?- contestó el apacible pescador.
Este es un cuento de Anthony de Mello. Lo lei cuando hojeaba un libro de texto de Ética. Me parece que es uno de los mejores que he leido. Está cargado de significado. Creo que el joven empresario se preocupa más de su propio beneficio que el del medio ambiente. De todas formas que nadie entienda este cuentecillo como que no debemos trabajar. Quien crea eso que se de cuenta que el pescador se sienta despues de haber trabajado lo suficiente por ese dia.
Estimadamente,
Birlo
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