Los muertos se levantan de sus tumbas. Un cuervo grazna. Los animales salvajes levantan sus hocicos ensangrentados de la carroña para olisquear el fetido aire y se ponen en camino. Viejas gargolas estiran sus alas, rompiendo su calcarea costra, para emprender el vuelo. El viejo Cthulhu se agita impaciente en las profundidades del oceano. Los mensajeros cogen aliento mientras revientan los caballos entre posta y posta. Los rios se tiñen de carmesí. Los jovenes amantes sueltan sus manos entrelazadas y corren en distintas direcciones. El sol calienta como un ascua recien sacada de una hoguera pagana. Un lobo aulla en el borde de un precipicio antes de saltar al vacio. Viejos y doncellas fornican en garganturescas misas negras. Los libros sagrados se agrietan y se convierten en polvo. Porteles misticos olvidados vuelven a relucir con un aura negra mientras legiones de almas aullantes salen en busca de sus promesas. Sucubos con llagas supurantes gorgotean alabanzas mientras bailan lascivamente. Todos escuchan la llamada. Todos acuden a la reunión como todos los años. Sin embargo este año es distinto. Se oyen rumores de que ÉL saldrá. ÉL...despues de diecisiete años.
Puede que mi cumpleaños no sea algo especial para nadie, pero me gusta pensar que lo es por lo menos para mi.
Gracias por las felicitaciones anticipadas,
Birlo
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