Viejas historias, viejos heroes (I)

Hacia demásiado frio para nevar. Cuando el tiempo estaba asi los lobos bajaban de las montañas, los arboles explotaban al congelarse en el corazón de los bosques y las gente sensata se reunia alrededor del fuego a contar historias sobre heroes.
Eran un viejo jinete sobre un viejo caballo. El rocin parecia un montón de huesos enrollados con un pergamino tiznado de carbón y el jinete no se caia de él por no poder reunir las fuerzas necesarias para ello. Iba vestido con una vieja armadura oxidada en la que todavia s epodia ver el emblema de una rosa roja. A su espalda llevaba colgada una espada más parecida a un cuchillo de cortar pan gigante que a un arma.
El caballero sacó su pipa, la cargó de tabaco y la encendió:
-Vamos a ello.
-¿Estás seguro?-le preguntó el caballo-Ya sabes como estás de la espalda. ¿Qué pasará si nos devoran por uno de tus tirones? No me gustaria salir huyendo como aquella vez de los trasgos.
-Eso no pasará hoy- aseguró el hombre.
Se bajó (o más bien se cayó) del caballo, sacó su vieja espada y dió un par de mandobles.
-Todavia conservó mi viejo estilo-gruñó y se apoyó cansado en un arbol-pero parece que cada dia pesa más.
-Deberias dejar eso. Ya no estás para estos trotes.
Cohen, el bárbaro bufó y dijo:
-Jodida subasta, jodido mago y jodido caballo. Nunca hagas tratos con alguien que enciende fuego con un chascar de los dedos. Te miré los dientes y los cascos pero se me olvidó escucharte.
-Venga ya, nadie pujó contra ti.
El humano miró al caballo con ojos cansados. No estaba seguro de poder volver a enderezarse del arbol.
-Seguro que tienes algo ahorrado. Cojamoslo y vayamonos al Limite. Es un lugar bonito y caluroso. A una preciosa playa, venga Cohen.
-Ya sabes que no me queda nada. Lo perdí en los tres vicios: juego, alcohol y mujeres.
-Deberias haber guardado algo para la vejez- le regañó el animal- nunca sabes lo que va a pasar.
-Nunca crei que llegaria a viejo. Y aqui me ves...
-Algún dia morirás, Cohen. Tú tienes que saberlo.
-Lo sé. Por eso hemos venido aqui.- El viejo caballero miro al rio helado que discurria cerca suyo y suspiró.
-¿Hemos venido a este asqueroso paramo helado perdido de la mano de los Dioses a morir?
-No, pero hay algo que siempre quise hacer.
-¿Morirte?
Cohen intentó enderezarse y los tendones le mandaron candentes mensajes de dolor.
-No, estupido equino. Mi padre me dijo una vez: "Cuando venzas...uh..."
-Hijo.- le interrumpió el caballo.
-¿Qué?
-Ningún padre le imparte sabudiria a su hijo sin empezar así.
-Me dijo: "Hijo, cuando", sí, está bien no te rias. Me dijo "Hijo, cuando venzas a un troll en combate singular serás capaz de cualquier cosa"
-¿Asi que no solo hemos venido hasta este asqueroso paramo helado perdido de la mano de los Dioses a morir, sino a ser devorado por un troll?
-No vamos a ser devorados por un troll.
El caballo miró a lo lejos entre el sendero y vió el puente de piedra sobre el rio helado. Tuvo un presentemiento nada bueno.
-Vamónos al Limite. Es bonito y hace calor.
-No.
El caballo pateó el suelo.
-¿De todos modos que ganamos matando un troll?
-Un troll muerto. De eso se trata, aunque no hace falta matarlo. Basta con vencerlo, mano a...garra o lo que sea. Si no lo intento, mi padre se revolverá en su tumba.
-¿No te expulsó de tu tribu cuando tenias 11 años?
-Me lo merecía. Además me dió alas para volar. Me enseñó a sobrevivir.
Cohen el Barbaro se acerco al caballo y montó con un crujido de huesos. Miró la pipa apagada con cansanció, la cargó de tabaco y la encendió.

-Sigo sin entenderlo-rezongó el caballo.

-¿Cuantos trolles has visto últimamente? Antes cruzabas un puente y te salian diez. Ahora ya solo viven en las ciudades, gordos como cerdos, protegiendo caravanas. ¿Porqúe luchamos en tantas guerras? Ahora...cruza ese puente.

Bufff, he tardado muchisimo en escribir este post. Me gusta como me ha quedado a pesar de ser tan largo. Espero que a vosotros también.

Birlo