7.2.08

Polvo al polvo, cenizas a las cenizas, eclesiasticos a la mentira...


Hola. Necesitas lo que te voy a vender. Lo necesitas para solucionar quien eres, de donde vienes y a donde vas. No te voy a pedir dinero (aún), de entrada sólo te pido que te humilles. Que bajes la cabeza y admitas que según la necesidad que te he impuesto eres un gusano asqueroso. El precio es barato inicialmente. Luego irá a peor: me adueñaré de tus domingos por la mañana, te diré lo que tienes que hacer con tu familia, como debes follar y con quién, te robaré el derecho a voto... Además no tienes opción a negarte. Y somos un monopolio: Nadie, excepto nosotros, te puede dar solución a esa incertidumbre. En realidad ni siquiera nosotros podemos, pero te hacemos creer que si.

Bendita Iglesia Apostólica Romana. Benditos borregos que la siguen.
Bendito,
Birlo

6.2.08

La primacia de la razón (Rima XLI)

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!

Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

Becker